No se sorprenda la cantidad de recomendaciones que podré hacer en esta sección sobre libros de Max Lucado: es mi autor favorito.  Inicio comentando este libro pues considero que es uno de esos libros que Max ha escrito y que se sale de su tradicional estilo.  No es que no sea envolvente en sus historias, o que tampoco lo cautive sumergiéndonos en los relatos que hace, su estilo como tal se mantiene; sin embargo, en este libro Max se centra en hilvanar un cometido muy particular: nuestro propósito de vida.

Cura para la vida común se compone de tres secciones donde la secuencia de una frase es la que lo dice todo:  Ponga en acción su singularidad, para hacer de Dios lo primero, cada día de su vida.  De tal manera que, mientras uno avanza en la lectura de este libro se podrá sentir identificado con esas preguntas que siempre nos hemos hecho y que pocas veces nos hemos meditado a pensar en su respuesta.  Encontrar nuestro propósito de vida no es sencillo, es «la» tarea de vida que todos tenemos por realizar y que, de hacerla bien el resultado de satisfacción y funcionalidad en este mundo se logrará de mejor manera.

Si puedo mencionar algunos aprendizajes significativos que obtuve al leer este libro son:

  • Dios me configuró y diseñó internamente de una manera tal que se cada uno de esos elementos se convierte en el equipaje que necesito para desarrollar adecuadamente este viaje llamado vida.
  • Mi historia habla de mí, todo lo que he vivido, todo lo que he pasado, todo habla de quién espera Dios que yo sea.
  • Ser yo implica un riesgo: el riesgo de creer lo que Dios dice de mi.
  • Es necesario hacer pausas en la vida, dedicar tiempo a reflexionar, a conocerme y reconocer lo que a mi alrededor sucede para irme encontrando cada vez más cerca de lo que Dios desea que viva.
  • Debo poner en acción cada día mi singularidad, para hacer de Dios lo primero, cada día de mi vida.

«Cura para la Vida Común» es un libro de gran aprendizaje, pero sobre todo una gran oportunidad para poder ser honestos con nosotros mismos, reconocer nuestras pasiones, nuestra configuración y sobre todo para conocernos a nosotros mismos.